Novedades en el tratamiento de la
hiperhidrosis
En las
siguientes líneas se resumirán aquellas novedades más importantes que cualquier
persona con sudoración excesiva debe de conocer para mejorar su día a día.
¿Por
qué sudamos?
La sudoración cumple una importante
función fisiológica, regulando nuestra temperatura corporal con respecto al
ambiente que nos rodea. No
obstante, también tiene una función emocional, de forma que situaciones
estresantes provocan un estímulo de estas mismas glándulas, provocando que
sudemos.
Nuestro “Centro del sudor” se
encuentra localizado en el área preoóptica hipotalámica. Una vez estimulado, el
hipotálamo manda señales a la médula espinal, que manda neurotransmisores que a
través de los nervios simpáticos, tras pasar por los ganglios simpáticos,
llegarán a las glándulas sudoríparas que producirán el sudor. Los
neurotransmisores pueden salir de diferentes localizaciones de la médula, y de
éstas dependerá su inervación de la piel.
Respecto a
los neurotransmisores, será la acetil-colina la que inervará a los 3 millones
de glándulas ecrinas que tenemos en nuestro cuerpo y que son las implicadas en
la sudoración.
¿Qué es la hiperhidrosis?
El concepto
de hiperhidrosis hace referencia a la sudoración
excesiva que el organismo produce en respuesta al calor o a estímulos
emocionales que superen los estímulos fisiológicos . Cuando
existe hiperhidrosis la sudoración es apreciable incluso en un cuarto con aire
acondicionado, donde normalmente no es esperable, y conduce a graves
disfunciones psicológicas, sociales y profesionales.
¿Cuándo
empieza el problema del exceso de sudoración?
La
hiperhidrosis primaria suele
aparecer al inicio de la edad infantil, generando un empeoramiento progresivo
hacia el período puberal, para luego disminuir nuevamente en edades avanzadas
. Afecta a ambos sexos y se da en todas las razas.
¿Cuál es la causa de la hiperhidrosis?
La mayoría de los casos de hiperhidrosis no tienen una
causa concreta , por lo
que se consideran hiperhidrosis primarias. Sin embargo, existe un pequeño
grupo de pacientes cuyo exceso de sudoración está en relación con alguna
enfermedad de base.
Tengo
hiperhidrosis… ¿Existe tratamiento para mi problema?
Actualmente existen múltiples
opciones terapéuticas para el tratamiento de la hiperhidrosis. Sin embargo,
para alcanzar los mejores resultados resulta imprescindible una buena
evaluación dermatológica, y con ello una elección adecuada del tratamiento
ideal para cada situación.
a. Tratamiento tópico: cremas, polvos y sprays :
Este tipo de agentes actúan por
bloqueo de los conductos excretores de las glándulas o como astringentes . Este
grupo está formado principalmente por las sales metálicas (cloruro de aluminio,
clorhidrato de aluminio, clorhidrato de circonio aluminio y sulfato de
aluminio). El clorhidrato de aluminio en solución al 50% en alcohol etílico
anhidro es el más eficaz. Como contraindicaciones se han descrito la
hipersensibilidad al producto y la irritación dérmica. Esta irritación se
produce por la aplicación de los productos antiperspirantes en axilas húmedas,
que produce la cristalización del aluminio. Para evitarlo, se debe de aplicar
el producto sobre una superficie seca.
b. Tratamiento mediante movimiento
de electrones: iontoforesis:
Es un tratamiento transcutáneo que consiste en el paso
de corriente eléctrica a través de la piel . Es una técnica que facilita el
transporte molecular a través de la piel bajo la influencia de un campo
eléctrico externo, continuo o pulsante. La corriente eléctrica moviliza los
iones sodio de una solución acuosa en la que sumergimos la zona a tratar, y
ello origina un reposo temporal de las glándulas sudoríparas según un mecanismo
no bien conocido.
Este método supone el realizar
tratamientos de 5-10 minutos 3 veces por semana mediante la inmersión en la
cubeta de la zona a tratar. Esta técnica es bastante útil en pacientes con
hiperhidrosis localizada en los pies, pero no lo parece en el resto de
localizaciones .
c. Tratamientos orales: Glicopirrolato y clonidina:
Como las glándulas sudoríparas
poseen también receptores muscarínicos, serán sensibles a la acción inhibidora
de los anticolinérgicos. La mayoría de los pacientes con hiperhidrosis
idiopática mejoran con anticolinérgicos sistémicos, pero suelen acarrear
efectos colaterales y, por ello, se reservan para determinadas circunstancias
en los que los demás tratamientos no son efectivos.
d.Tratamiento quirúrgico: Simpatectomía torácica
endoscópica:
Consiste en el clipaje, la ablación
o la cauterización de la cadena simpática, que consigue distintos resultados y
efectos indeseables en función de los niveles a los que se realice la
interrupción . La simpatectomía torácica endoscópica bilateral se ha
consolidado en estos últimos años como una técnica efectiva, permanente y
segura. Los resultados inmediatos, a medio y largo plazo, son en general
excelentes; sin embargo, hay diferencias en el índice de satisfacción y calidad
de vida en relación con la localización de la hiperhidrosis y el tipo de
intervención quirúrgica realizada, principalmente en relación con el concepto de
hiperhidrosis paradójica (exceso de sudoración en áreas donde previamente no
existía hiperhidrosis).
e. Tratamientos infiltrados: Uso de toxina botulínica:
La aplicación de esta sustancia ha supuesto una
auténtica revolución para el control de la sudoración en los pacientes con
exceso de sudoración, gracias a su rapidez de acción y a la práctica ausencia
de efectos secundarios (Figura 4 y 5). Esta sustancia inhibe la liberación de
acetilcolina en la unión neuromuscular, implicando en este caso la inervación
simpática postganglionar de las glándulas cerinas. Los efectos del tratamiento
empiezan a notarse entre los 2- 4 días, y la sintomatología remite en una
semana. La duración del efecto suele variar según localizaciones, pero oscila
entre los 6-8 meses.
¿Toxina
botulínica o cirugía para mi problema de sudoración localizado en manos/axilas/
pies?
La opción quirúrgica es un
tratamiento eficaz y definitiva para el
control de la hiperhidrosis localizada. No obstante, dejan una serie de
inconvenientes que en ocasiones generan el descontento del paciente:
1º Hiperhidrosis paradójica : Hasta en un 50%
de los pacientes intervenidos para el control de la hiperhidrosis desarrollan
lo que se conoce como hiperhidrosis paradójica, o incremento de sudoración en
áreas donde previamente no existía este problema, principalmente cara, espalda
y glúteos. Este desagradable problema es secundario al fenómeno compensatorio
del bloqueo de la sudoración de las manos, y es definitivo hasta en un 40% de
los casos.
2º Necesidad de anestesia general para la
intervención quirúrgica .
3º Posibles complicaciones de la intervención
quirúrgica, especialmente el neumotórax .
La opción de la toxina botulínica
es un tratamiento tan eficaz como el tratamiento quirúrgico cuando es
correctamente aplicado, pero su efecto es temporal, con una duración media
del efecto de 9 a 12 meses. No obstante, este efecto no permanente tiene una
serie de importantes ventajas: reversibilidad, práctica ausencia de
hiperhidrosis paradójica y no necesidad de anestesia general.
Por estas razones, en la actualidad
se considera a la toxina botulínica como el tratamiento de elección de
hiperhidrosis de manos, axilas y pies.
En definitiva, la sudoración excesiva supone un
problema social, que en algunos casos requiere medidas especiales .
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