domingo, 12 de enero de 2014

DOLOR EN PSOAS-ILÍACO



Los problemas del tendón psoas-ilíaco pueden dificultar tu capacidad para caminar, ya que este músculo juega un papel en el movimiento de tu cadera y muslo. El músculo psoas-ilíaco está en verdad conformado por dos músculos (el ilíaco y el psoas) que se extienden desde la columna vertebral hasta la cadera y el área superior del muslo. La tendinitis psoa-ilíaca no suele diagnosticarse. Se caracteriza por el dolor al caminar cuesta arriba o abajo y cuando flexionas las rodillas para llevarlas al pecho.

El tendón psoas-ilíaco

Si bien el músculo psoas-ilíaco comprende una área grande de la cadera, el tendón en sí es relativamente pequeño y está insertado en el fémur o hueso superior del muslo. La inflamación o rotura de éste tendón puede provocar dolor de la ingle cuando llevas las rodillas al pecho, una sensación de tensión o hinchazón en la ingle o síntomas de dolor que desaparecen durante el ejercicio sólo para regresar una vez finalizada la actividad física. También puedes experimentar el síndrome de "cadera en resorte". Este síndrome afecta más frecuentemente a bailarines, corredores y vallistas y se asocia a un chasquido que se oye al caminar. En este caso, el sonido puede provenir del tendón psoas-ilíaco que se mueve sobre parte del hueso de la cadera.

Causas de lesión

Tu músculo y tendón psoas-ilíaco trabajan para flexionar tu muslo, trayéndolo hacia el tronco. El uso en exceso es una de las causas más comunes de herida en el músculo o tendón. Los deportes que implican una flexión repetitiva de la cadera, como saltar vallas, correr o bailar, presentan un mayor índice de heridas en el tendón psoas-ilíaco. La tensión o el desgarro del músculo suele ser producto de una contracción repentina del músculo psoas-ilíaco, lo que resulta en una ruptura o desgarro, por lo general en el punto donde el músculo y el tendón se conectan.

Tratamiento

El tratamiento del tendón psoas-ilíaco incluye descanso. Se recomienda descansar de dos a tres semanas del ejercicio. Es importante distanciar y reducir la intensidad del ejercicio; ésta lesión, similar a la tendinitis de Aquiles, puede llevar meses para sanar por completo. El tratamiento también suele incluir ejercicios de elongación y fortalecimiento que incrementan de forma gradual el rango de movimiento.
En éstos casos también se recomienda la realización de un estudio de la pisada que pueda darnos datos que nos ayuden a encontrar un motivo más claro de un mal trabajo del músculo y poder ayudar a la recuperación del mismo por medio de una plantilla.

Ejercicios de elongación

Los ejercicios de elongación para los músculos de los cuádriceps (o parte frontal del muslo) también ayudarán a estirar tu psoas-ilíaco. 
  • Colocar una pierna en retroversión con la rodilla flexionada y la otra pierna apoyada sobre el banco.
  • Realizar el gesto de retroversión de la cadera intentando que la zona lumbar permanezca en contacto con el banco.
  • De rodillas, con una pierna bien atrasada, evitar que la zona lumbar se arquee en exceso, para ello es necesario contraer el abdomen.

Ejercicios de fortalecimiento

El fortalecimiento de los músculos abdominales y centrales puede ayudar a soportar la flexión de la cadera. 
Elevación de piernas:
  • Cualquier movimiento de elevar las piernas desde tumbado, el psoas es el protagonista de la acción, los músculos abdominales tan solo actúan como estabilizadores de la columna.
  • En el ejercicio de "el cien", es el psoas el responsable de colocar y mantener las piernas en vertical.
Curl up completo: 
  • En los clásicos ejercicios de "abdominales" elevando el tronco, es el psoas el responsable de elevar el tronco, los abdominales tan solo flexionan la columna, pero el gesto final es responsabilidad del psoas.


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