lunes, 16 de mayo de 2016

BIOMECÁNICA EN EL GOLPEO DE BALÓN EN FÚTBOL


Aparentemente y visto desde fuera, parece sencillo dar una patada a la “pelotita”, pero si lo analizamos desde dentro, a nivel biomecánico y que musculatura nos ayuda a desempeñar ese trabajo, no es tan sencillo.


Voy a intentar desgranar un poco como se produce dicho golpeo, que conceptos biomecánicos debemos tener en cuenta y que musculatura trabaja para poder realizar un golpeo de lo más efectivo.
En éste gesto deportivo no solo actua el pie y pierna con el que golpeamos, trabajan grupos musculares de forma activa, otros lo hacen desde el control de movimiento o estabilidad y estructuras articulares o ligamentosas que estabilizan para dar mayor rendimiento a determinados movimientos.

Algunas de las consultas que nos hacen los futbolistas es por qué al golpear el balón, molesta el glúteo o cadera de la pierna de apoyo, si aparentemente quien realiza más fuerza es la pierna de golpeo, debido al mayor movimiento que tiene que hacer y debido al impacto que realiza contra un objeto parado al que hay que imprimir velocidad.

Otra de las consultas es por molestias en la zona tanto superior como inferior de la 1ª articulación metatarsofalángica (dedo gordo).

La acción de golpear el balón la podemos dividir en varias fases:

- Marcha, momento en el que nos aproximamos hacia la zona en la que vamos a impactar con el balón. Aquí influirá muestra manera de caminar, tipo de pie, superficie, etc.

- Gesto previo al golpeo, momento en el que nos preparamos para realizar dicho gesto, donde tenemos una pierna de apoyo muy cerca de la zona de impacto y la pierna de golpeo que se situará más retrasada al tronco y al elemento contra el que vamos a impactar.

- El golpeo propiamente dicho.

- Una última fase tras el golpeo donde se situa de forma relajada la pierna que ha impactado y que se encuentra más adelantada al balón, realiza una acción de frenado o deceleración.

Vamos a analizar el trabajo del miembro inferior comenzando en la cadera y terminando en el pie.

Pasamos por encima la fase de marcha y aproximación, ya que como decimos van a influir otros muchos datos que son más propios de un estudio biomecánico en sí, que del análisis de un gesto deportivo.

En la fase en que nos preparamos para golpear el balón, el jugador mantiene una pierna en estado de apoyo mientras que la otra está retrasada con respecto al tronco, de ésta manera se consigue mucho mas impulso y fuerza para golpear el balón.

Así, la cadera de la pierna con la cual se realiza el golpeo al balón se encuentra en extensión (mucho más retrasada con respecto al tronco, donde se sitúa el centro de gravedad, dato también bastante importante para la estabilidad en movimientos como el que describimos), así el glúteo mayor, permite éste movimiento y con la ayuda de los isquiotibiales se permite flexionar la rodilla a la vez que extiende la cadera.
 


En ésta articulación de la pierna de apoyo, el mayor trabajo muscular corresponde al glúteo medio, en el cual descansará en éste momento la mayor parte del peso.
 


Aquí surge la respuesta a una de las preguntas expuestas al comienzo, el dolor en la cadera o más concretamente en el glúteo de la pierna de apoyo, ya que trabaja mucho ese glúteo medio para mantenernos equilibrados al estar apoyados solo en una pierna y no vencer el peso hacia el lado contrario basculando la cadera. Ocurre durante toda la fase de balanceo de la pierna que golpea.


Dicha pierna de apoyo se mantiene en extensión completa realizando una  gran función del cuádriceps y el recto anterior que colabora con la flexión de la cadera la cual permite estabilizar la posición de la pierna.
 


Debido a que para tener mayor estabilidad, el jugador se apoya en el talón, el pie va realizando una flexión dorsal a medida que avanza la fase de balanceo, trabajando de ésta manera el tibial anterior, flexor común de los dedos y flexor propio del Hallux. Esto ocurre desde que la pierna de golpeo está retrasada, hasta que adelanta el cuerpo tras el golpeo, puesto que la función de estabilizar el pie de apoyo es muy importante, trabajando así los ligamentos estabilizadores del tobillo (tibio-calcáneo anterior y posterior, deltoideo, peroneo-astragalino posterior, tibio-peroneo, etc.)
 


Otra zona conflictiva de la que hablábamos y nos vienen jugadores a consulta, es la 1ª articulación metatarsofalángica, presentando dolor en esa zona del pie, la cual trabaja para estabilizar el pie al suelo, añadiendo la superficie sobre la que apoya el pie (botas de fútbol + terreno de juego).
















En la fase de golpeo de balón, en la aproximación de la pierna que golpea, actúa de forma muy activa el cuádriceps y psoas, los cuales realizan extensión de rodilla y flexión de cadera respectivamente, para llevar la pierna hacia adelante con una accción activa, también de une a medio camino antes de impactar con el balón, el tibial anterior para realizar una flexión dorsal de tobillo antes de dicho impacto.







Tras el golpeo, llega otra de las fases que pueden llegar a generar lesión en la cara posterior del muslo.
Al generar mucha potencia el cuadriceps para el golpeo, comienzan a trabajar los isquitibiales para decelerar el movimiento y es aquí donde suelen provocar una elongación de dichos isquiotibiales.

Ante cualquier duda que surga sobre nuestra biocecánica o en cualquier gesto deportivo, acudir a un profesional.
www.podologotoledo.com

Benjamín Casado Mora
Experto en Patología del miembro Inferior
Podoactiva-Toledo


miércoles, 30 de marzo de 2016

USO DE LA ECOGRAFÍA EN PODOLOGÍA

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La utilización de la ecografía en podología, está creciendo en los últimos años. Es una herramienta, que para el podólogo, abre un nuevo abanico de posibilidades por explorar para el enfoque terapéutico, no sólo como herramienta diagnóstica, sino como prueba de seguimiento de la evolución de la lesión.
Nos permite valorar de forma objetiva, los cambios producidos en los distintos tejidos durante la utilización de tratamientos personalizados como plantillas a medida en patologías como la fascitis plantar o tendinitis. Incluso durante sesiones de fisioterapia que podamos mandar a nuestros pacientes, nos facilita determinar en menos espacio de tiempo, la estrategia terapéutica más adecuada para cada lesión. Si la patología va mejorando, estamos en el buen camino, si no vemos tal mejoría, tenemos la opción de variar el tratamiento y controlar ecográficamente tantas veces como queramos sin perjuicio de radiación para el paciente.
Nos permite también un abordaje más conciso para el tratamiento mediante técnicas minimamente invasivas ecoguiadas (Electrolisis Percutanea Intratisular (EPI®), punción seca, etc.) para el fisioterapéuta y técnicas de infiltración ecoguiada ( Plasma rico en plaquetas, corticoides, etc) para el podólogo.

Podemos enumerar algunas de las ventajes que nos aporta la ecografía en consulta:
– Es una técnica inocua.
– Permite hacer estudios dinámicos, movilizar articulaciones, ligamentos, tendones y valorar su correcta funcionalidad.
– No posee contraindicaciones.
– Podemos realizar tratamientos ecoguiados aumentando enormemente la precisión
y por tanto el éxito del tratamiento.
– Control de la evolución de la lesión.
– Nos permite comparar con el lado no afectado, ver el miembro contralateral y confirmar sospechas diagnósticas.
– Nos permite ver el daño justo en el momento en el que se produce.
– Nos permite diferenciar entre tendinopatías hipervascularles o hipovasculares.

Sin duda una herramienta que nos facilita el diagnóstico certero y la consiguiente puesta en marcha del tratamiento lo antes posible, acortando la incertidumbre del paciente ante su patología.

                                        




Benjamín Casado Mora
Podólogo Experto en Patología del Miembro Inferior y Biomecánica

www.podologotoledo.com

jueves, 17 de marzo de 2016

CUIDADOS PARA LOS PIES EN SEMANA SANTA

10 recomendaciones para cuidar los pies de los costaleros en Semana Santa


 
Semana Santa es otra de las festividades caracterizadas por caminar mucho o esperar de pie bastante tiempo para disfrutar de las procesiones. Los costaleros aguantan en ocasiones hasta más de 100 kilos sobre su cuello, castigando la zona lumbar y cervical principalmente. Este peso, además, repercute sobre el resto del aparato locomotor generando problemas en las piernas y en los pies. Los calambres y síntoma de piernas cansadas (aparición de hormigueo, hinchazón, varices, picor, sensación de calor, etc.) son las dolencias más comunes en los costaleros.
Para evitar posibles lesiones y minimizar los efectos causados al sostener un peso excesivo y estar mucho tiempo de pie, recomendamos:

1.- Practicar alguna actividad física con regularidad.- Caminar durante una hora al día un mínimo de tres veces a la semana ayudará a fortalecer la zona y evitar sobrecargas causadas por esfuerzos desmedidos debidos a la falta de preparación.

2.-Revisión Podológica personalizada.- Visitar al podólogo días antes de Semana Santa servirá para garantizar una salud óptima y un estado de los pies adecuado de cara a la intensa actividad.

3.- Estudiar las posturas.- Las rodillas han de estar ligeramente flexionadas en todo momento. Y cuando permanezcan mucho rato de pie, pueden alternar a modo de balanceo el peso sobre una pierna y luego la otra.

4.- Calentar y ejercitar antes de salir en procesión.- Durante los diez o quince minutos antes de salir con el paso, hay que calentar para preparar los músculos ante el próximo esfuerzo y realizar ejercicios específicos para fortalecer las zonas que vayan a verse afectadas.

5.- Calzado y ropa adecuada.- Es fundamental utilizar zapatos cómodos para evitar rozaduras, con suela resistente que absorba bien los impactos y que sujeten bien el tobillo para evitar torceduras. Además, hay que utilizar calcetines cómodos, que no sean nuevos y sin costuras para evitar rozaduras.

6.- Hidratación el pie.-  Es fundamental nutrir la piel de los pies con cremas hidratantes o vaselinas para que se mantenga flexible.

7.- Utilizar medias de compresión.- El uso de éstas  mejorará la posición corporal del costalero y aliviará la circulación de extremidades inferiores y pies.

8.- Nada más terminar la actividad es recomendable realizar estiramientos para relajar la musculatura y masajear los pies.

9.- Tras la procesión, los expertos recomiendan evitar los baños calientes con sal porque inflamarían más la zona y, además, pueden deshidratar un poco la piel. Lo aconsejable son baños de contraste que alternen agua fría y tibia, utilizar jabones suaves, secar muy bien todo el pie, incluyendo los espacios entre los dedos, y aplicar una crema hidratante con un masaje suave.
 
10.- Si aparecen ampollas, se recomienda que sean intervenidas por un podólogo porque no todas se pueden quitar y esto dependerá de varios factores como su tamaño, localización o composición del líquido. Se pueden colocar apósitos o almohadillas para evitar la presión sobre la zona

                     Resultado de imagen de PIES SEMANA SANTA 


Muchas gracias por la información a http://elblogdelpodologo.com/


Benjamín Casado Mora
Experto Patología del miembro inferior y biomecánica
www.podologotoledo.com  

miércoles, 16 de marzo de 2016

SINDROME ALMOHADILLA GRASA PLANTAR. DOS CASOS CLÍNICOS



Hace algo más de un mes os hablaba de una patología que es habitual en consulta, pero que confundimos o no diagnosticamos por relacionar la sintomatología del paciente con una fascitis plantar.
El sindrome es la perdida de la almohadilla, por atrofia de la grasa o por desplazamiento de la misma.
 
Os presento dos casos con la misma patología, pero que en uno de ellos no se llegó a diagnosticar de forma correcta por lo que la paciente estuvo durante semanas de peregrinación por diferentes profesionales.

PRIMER CASO CLÍNICO

Paciente mujer de 45 años, acude a consulta por dolor en ambos talones de 5 meses de evolución.

La paciente refiere que el dolor se presenta desde los primeros pasos de la mañana y no abandona practicamente en todo el día, lo localiza en cara interna y centro de ambos talones. En algunos momentos presenta hormigueo y adormecimiento del talón y a veces llega a mediopie. 

Observamos pies muy valgos y desplazamiento de la almohadilla grasa plantar en los talones, Fig 1.
                      


Realizando un completo estudio biomecánico y unos soportes plantares a medida orientados a controlar en valgo de retropie, recoger la almohadilla grasa del talón por medio de cazoleta y aumentar un poco la amortiguación en el talón. El tratamiento iba encaminado a controlar que el pie no volcase tanto hacia adentro y a que la grasa del talón no se desplazase hacia fuera.
La paciente empezó a encontrarse mejor desde los primeros días.

Conclusión: se trataba de un sindrome de almohadilla grasa plantar o "Fat Pad" por desplazamiento de dicha grasa.

SEGUNDO CASO

Paciente mujer de 70 años de edad que acude a consulta después de haber pasado por otros especialistas los cuales la diagnosticaron de fascitis plantar izquierda, tratándola con antiinflamatorios por vía oral, infiltraciones con corticoides, fisioterapia y plantillas de ortopedia.
La paciente refiere no mejorar del todo tras más de un año de tratamientos.

Acude a nuestra consulta, comenzamos a realizar una completa anamnesis y exploración. Fig 2.

En dicha exploración nos llama la atención que la paciente presenta una pierna izquierda algo más larga. En la imagen que vemos arriba, Fig 2, observamos que el pie izquierdo se situa un poco en valgo, volcado hacia adentro, y el pie derecho mas en varo, volcado hacia fuera.
Continuamos la exploración y con la plataforma de presiones confirmamos la imagen anterior, con un desplazamiento de cargas en el pie izquierdo hacia la zona medial del pie y el derecho, se coloca en varo, desplazando las cargas hacia la cara externa del pie.Fig 3.


También nos llama la atención la carga excesiva que presenta el talón izquierdo.

La paciente nos refiere que en ese tiempo que lleva, solo la realizaron una radiografía y descartaron que hubiese espolón, de ahí, que al descartarlo, le dijeron que se trataba de una fascitis plantar.
Comienzo a explorar con el ecógrafo y encontramos hallazgos concluyentes.

Fascias plantares de grosor normal, pero al mirar el estado de la almohadilla grasa plantar, se observa que la del pie izquierdo está disminuida considerablemente respecto a la otra.

En la Fig 4, observamos la ecografía que le realizamos a la paciente.
Habitualmente debemos explorar ecograficamente la zona plantar del pie con el paciente en decúbito prono (boca abajo), pero al ser una paciente mayor y ser una posición incómoda para ella, lo realizamos boca arriba, por lo que la imagen de la derecha, es la que corresponde con el talón izquiedo.
Se observa como el grosor de la grasa plantar del talón izquierdo mide menos que la contralateral derecha.

Realizamos unos soportes plantares personalizados encaminados a dar apoyo completo a ambos pies, controlando sobretodo el valgo que presentaba el pie izquierdo y ponemos en la zona del talón una cazoleta y material de amortiguación para contrarrestar esa disminución de la grasa plantar que presentaba la paciente, Fig 5-6.



Conclusión: la paciente fue diagnosticada de sindrome de almohadilla grasa plantar por atrofia de la misma, en éste caso no hay desplazamiento a pesar del valgo.



Benjamín Casado Mora
Podólogo Toledo
www.podologotoledo.com
info@podologotoledo.com




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