domingo, 25 de agosto de 2013

CALZADO DE TACÓN

RIESGO DE USAR TACONES


La realidad y las estadísticas muestran que las mujeres padecen hasta cuatro veces más problemas en los pies que los hombres y gran parte de estos datos se deben a la utilización de tacones, que cuánto más altos y estrechos sean, más consecuencias ocasionan. Ahora bien, ¿cómo se comportan  nuestros pies cuando usamos tacones? ¿Cúales son sus riesgos?
Cuando apoyamos el pie totalmente descalzo en una superficie , la parte delantera del mismo, es decir, los metatarsianos, soportan un 43% del peso corporal con cada paso, mientras que la parte trasera del pie soporta el 57% del peso corporal restante.
Pero veamos que sucede cuando elevamos el punto de apoyo de la parte trasera del pie, por ejemplo al usar tacones.

Claramente la imagen nos muestra que la balanza se inclina a favor de la parte delantera y contrario a lo que sucede cuando estamos descalzos, con un tacón de 4 centímetros de alto la parte trasera soporta el 43% del peso mientras que la delantera soporta el 57% del peso corporal.
Si elevamos un poco más el tacón, hasta llegar a los 6 centímetros, el peso se distribuye en un 75% para la zona delantera del pie, quedando solo un 25% para la zona del calcáneo (hueso del talón).
Éste disbalance en la distribución del peso hace que se modifique la postura general del cuerpo y la primera articulación que comienza a sufrir es la del tobillo, aumentando el riesgo de sufrir esguinces de tobillo en una proporción de tres veces mayor que si no llevamos ese tacón.
Por otro lado la porción posterior de la pierna debe compensar el peso desplazado hacia adelante y para ello se contrae y acorta automáticamente, pudiendo provocar contracturas y molestias en gemelos.
La rodilla por su parte es otra articulación que se sobrecarga al usar tacones, porque la tensión de los músculos situados en la porción posterior de la pierna incrementa la tensión en un 30% sobre la rodilla y automáticamente se produce la flexión de ésta articulación, para después necesitar un equilibrio mediante la contracción de cuádriceps y recto anterior de la pierna.

Todos éstos cambios en la pierna también desajusta la articulación de la cadera, lo cual incrementa la lordosis de la columna pudiendo causar dolores de espalda y sobrecarga de la musculatura lumbar.
Toda la postura se ve modificada a causa del desequilibrio en el apoyo que ocasionan los tacones, y está claro que pueden surgir consecuencias menores como callosidades, juanetes y demás deformidades si empleamos tacones todo el día de manera habitual.

¿CÓMO EVITAR LAS CONSECUENCIAS DEL USO DE TACONES?

Vosotras pensaréis rápidamente que para evitar las consecuencias del uso de tacones lo mejor es no usarlos, pero la verdad es que no es así, sino que para que el peso se distribuya equilibradamente entre la parte delantera y trasera del pie lo mejor es usar un tacón de unos 2 centímetros de altura. Así, 50% soporta el metatarso (parte delantera del pie) y 50% el calcáneo.
Para reducir las consecuencias del uso de tacones, la altura del mismo no debe ser superior a los 3 centímetros y de lo contrario, el uso de plataformas con no más de 3 centímetros de diferencia entre la porción delantera y trasera del pie.
Asímismo, las consecuencias son menores si el calzado no es tan estrecho, de forma que los dedos no se inmovilizan ni se amontonan.




Hoy en día, se pueden paliar las molestias que ocasionan en el metatarso con plantillas a medida como las que realizamos con tecnología Podoactiva.



Muchas gracias al compañero Víctor Hidalgo de la Clínica del pie "La Malagueta".

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